miércoles, 4 de noviembre de 2009

"¡Carita de ángel...!"

(Requiebro)

¡Carita de ángel,
que sin poderlo evitar
sonríe!...
¡Vano mi esfuerzo,
que aun sin quererla mirar
la miro!...
¡Juegos galantes,
por evitar que el amar
se enfríe!...
¡Carita de ángel,
que por poderla besar
suspiro!...

martes, 28 de julio de 2009

"Sones"

(Sextilla simétrica) "Tras son de horas, amanece.
Del son de flauta, sonata.
Al son de una nana, sueño.
Por son del dinero, dueño.
Con son del arma, se mata.
En sones todo acontece."

domingo, 19 de julio de 2009

"El manantial de los flamencos"

(Cuartetos eneasílabos)
"Existe un lugar escondido
orientado a la puesta del sol
que en el ocaso es advertido
al brillo de un postrer fulgor.

Es un manantial misterioso
donde mágicas aguas nacen,
breve curso en lecho arenoso,
y efímeras desaparecen...

Allí van los flamencos rosas,
tras el día recién cumplido,
y ya sus cuitas contenciosas
quedan, tras beber, en olvido.

Por eso alboreando el cielo
vemos, en gozosa alegría,
al alzar las aves su vuelo,
nubes rosas en armonía.

¡Busquemos, ya pues, esa fuente
contra los odios y el no amar!
¡Y el mundo, y toda la gente,
bebamos ya para olvidar!..."

"Navío varado"


(Soneto)
(En este caso la Fotografía ha sido cedida amablemente por Carlos, un buen amigo residente en la Tierra de Fuego, Argentina, a quien le mando desde aquí un abrazo)

"¡Pobre navío! ¡Roto está y varado!,
¡capricho de las olas, al vaivén
responde inerte! ¡Sufre y sueña en cien
singladuras!... ¡Su rumbo así olvidado!

¡Pobre navío, todo desfondado,
que un día desplegó velas por quién
lo gobernó sin tino y, con desdén,
dejó luego a la postre abandonado!

¡Pobre navío, triste en las espumas!
¡Ya nunca volverás a orzar el viento
ni a vivir tu aventura entre las brumas!...

Sólo esperando abreviar tu tormento
confiando en que el salitre que rezumas
te pudra y libere del sufrimiento..."

"El faisán y el cazador"

(soneto alejandrino)
(fotografía en curso)
"¡Qué raro es el orgullo que sin ser vanidad
iguala al caballero en virtud con rufián,
realza las destrezas de su oficio el patán
y alega el usurero, por su benignidad!

Y hasta necio resulta o aun temeridad
cuando, con pocas luces, se nos luce el galán.
¡Hermosas plumas tengo!, se envaneció el faisán,
desplegando su lujo con gran frivolidad...

Y al salir de la fronda por ganar esplendor
quedó frágil y expuesto al claro del albero.
¡Lo perdió su desdicha, suerte del cazador!.

Luego, tronó un disparo con efecto certero
y en fatal cortesía llegó su admirador
y... colocó una pluma sobre su alto sombrero."